September 20, 2012
September 13, 2012
Península
Se quedaron así, sin hablar, escuchando el sonido de las olas al romperse contra las rocas y el chillar de las gaviotas. Soplaba una suave brisa que olía a salitre y los marineros que iban a zarpar esa tarde hablaban entre sí. Cerró los ojos imaginándose una historia de dos jóvenes que viajaban desde un país lejano para ver el mar por primera vez. Unos ojos verdes y palabras calladas, plazas que olían a recuerdos de mil veranos, una calle rodeada de edificios blancos con balcones llenos de geranios, el sonido de guitarras en el aire.
-Oye- dijo de pronto Len.
-¿Sí?
-¿Qué crees que hay más allá de este mar?
Se giró hacia ella. Len, que no juzagaba a una persona por su apariencia sino por su personalidad, observaba pensativa el horizonte.
-Si te fijas en días despejados al otro lado del mar se ve África…
Por la reacción se entendía que no era la respuesta que ella quería.
June 20, 2012
La trenza sirena
Sus manos manejaban la larga melena con agilidad y costumbre mientras la niña se miraba los pies. Detrás de aquella línea curva de cristal que eran sus ojos, se separaba la realidad de lo contado. El sonido del mar perecía lo único presente, pero un suspiro rompió con ello. La niña se giró y la miró preocupada, preguntando con su mirada por qué suspiraba. Ella no quiso contestar. Suspiraba por algo tan lejano, tan pasado que parecía no haber ocurrido nunca. Suspiraba por lo que una vez fué, y por lo poco que le quedaba tras tanto tiempo. Aquel suspiro no servía más que para aliviarse por un momento.
Las dos siguieron en silencio y mientras el sonido del mar volvía a dominar cada vez más, la trenza de la niña seguía creciendo. El reflejo dorado que desprendía aquel pelo cuando le daba la luz, era lo que la había atraído a acercarse al barco. Pensó en lo distinto que era todo comparado con su juventud; ya nadie le prohibía subir a la superficie. Pensó que, al final, lo único que te queda de la vida es una historia, bien para ser contada o para ser callada. Pensó en todos los que conocían su historia sin conocerla. La trenza estaba terminada.
-Puedo contarles que te he visto?- preguntó la joven
-Puedes, pero no te creeran.
January 5, 2012
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